miércoles, julio 23

Cuando estoy abatido...


Salmos 18:2 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
2 Tú eres para mí la roca que me da refugio; ¡tú me cuidas y me libras! Me proteges como un escudo, y me salvas con tu poder. ¡Tú eres mi más alto escondite!

Al sentirnos cansados, adoloridos, sin lugar a donde ir, indefensos… hemos de recordar las palabras del salmista al ser librado de las manos de Saúl y de sus enemigos... Tú eres mi roca, en ti puedo encontrar el refugio cuando la lluvia de las pruebas cae sobre mi, y por ti, no importa que tan fuerte sean los ataques tu protección es más que suficiente.

Tú me cuidas, eres Tú el que se asegura de que nadie me pueda tocar, por muchos que sean mis enemigos, confío en que me librarás de sus manos... Tú eres mi escudo y nada ni nadie puede traspasar la barrera que tu has provisto a mi derredor, Tú me salvas con tu poder y aquellas cosas para las que mis fuerzas no bastan, estas ahí para asegurarte de que todo sea para mi bien.

Mi más alto escondite, nadie me podrá alcanzar, las aguas de la tempestad no me anegarán. Tengo en Ti todo lo que necesito para vencer no temeré.

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